miércoles, 16 de octubre de 2013

Saludos por el mes del Cristo morado en Omas

Omas en la Notica saluda a los señores representantes de la Hermandad del Señor de los Milagros del distrito de Omas, que, como cada año y acompañado por los fieles, conduce por las calles de la ciudad, en procesión, las andas de nuestro Cristo morado.
Desde octubre de 1687, en que se instituyera la procesión del Cristo Morado de Pachacamilla para los días 18 y 19 del mes de octubre de cada año, nuestro pueblo creyente de la ciudad de Lima, y de todas las ciudades el Perú, nunca ha dejado de participar en dichos actos, como prueba de la fe de los cristianos en quien vino al mundo a morir por nuestros errores, faltas y pecados, a fin de conseguir la salvación.
Y nuestra gloriosa villa, tampoco podía dejar de rendir homenaje al Redentor, pues sabemos únicamente que la fe de los creyentes puede lograr la presencia del Dios vivo en todos los corazones, logrando los milagros de la renovación de nuestras vidas.
Ya lo dijo el apóstol Pablo en su Carta a los Hebreos (11.1): “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera y la convicción de los que no se ve”. Y nuestros hermanos omasinos, nunca han dejado de tener fe en el Cristo salvador, de creer, que muchas cosas son posibles en nuestro distrito, como el cambio de los corazones, la esperanza de un mañana mejor, la felicidad de tener un agro floreciente, las oportunidades de negocios y empleo para quienes anhelen un destino permanente en nuestra ciudad, el encanto de la solidaridad para quienes tengan vocación de justicia, entre otros anhelos.
Por todo ello, gracias, Cristo morado. Gracias también a quienes hacen posible que cada 18 y 19 de octubre acompañemos en procesión a la imagen que nos remite al corazón puro del Redentor. ¡Que Dios los acompañe a todos!
Recuerdos al monseñor
Saludamos al monseñor Ricardo García García y al párroco Lino Padín Chumpitaz de la iglesia del distrito de Omas, que, con su presencia, y conjuntamente con los pobladores del pueblo, han logrado reforzar la fe en la iglesia Católica, que es lo que nos fortalece como cristianos e hijos de Dios, para conseguir la paz que necesitan todos los seres humanos.
Sin la presencia de los distinguidos prelados, muchas iniciativas relativas a la fe, la práctica eclesial y el conocimiento de muchos pasajes de la ética y el comportamiento cristianos no hubieran sido posibles. Felicitaciones a ambos.