Toda fiesta de aniversario debe ser un ejemplo de organización y buenas maneras, que permitan al poblador residente, visitante o turista apreciar lo mejor que muestran las autoridades de un distrito o provincia. Pero eso no ocurrió recientemente en la localidad de Omas-Yauyos.
Luego de una fenomenal borrachera celebrando precisamente el día jubilar, el 4 de agosto, tanto el acalde Luis Alberto Ponce Fernández como algunos de sus regidores y amigos se trenzaron en una trifulca de padre y señor mío. Como resultado de ello, muchos resultaron ‘quiñados’ y ‘abollados’. Uno de los que recibió lo suyo fue el alcalde de la villa omasina, a quien un morador le aplicó unos cuantos golpes por faltoso y malcriado.
Imagínese, qué tal ejemplo de este rico alcalde. No solo manifiesta su violencia sacando de en medio a todo opositor, sino que se da el lujo de demostrar que es un peleador de callejón al agarrarse a combo y patada con los moradores. Menos mal que esta vez recibió de su propia medicina.
Solicitan la continuidad de Senasa
Los productores de Omas, tanto de manzanas, chirimoyas, mangos, maíz morado y otros, están preocupados por el posible alejamiento de Senasa, luego de que concluya el proyecto de control de la mosca de la fruta y otras plagas.
Los omasinos desean la continuidad del servicio de Senasa, pues ha permitido que la producción agraria se desarrolle sin contratiempos en beneficio de la población local y limeña, por eso invocan al Ministerio de Agricultura a que no deje de considerar en sus próximos presupuestos, la renovación del proyecto de control de plagas, debido a que ha resultado positivo en la zona.
No hay internet en Omas
En pleno siglo XXI, los moradores de Omas están aislados del mundo en cierta manera al no contar en sus domicilios ni en forma pública con internet. Los únicos que cuentan con dicho servicio en forma particular son el alcalde y su familia que, dicho sea de paso, superan ampliamente la veintena de personas. La mayoría de ellas encaramadas en los cargos públicos o sucediéndose unos a otros en la alcaldía, gobernación y juzgados de paz.
Internet no es un lujo, es una necesidad para el desarrollo, el progreso y la agilización de los procesos administrativos y actividades familiares y legales. Solo en las dictaduras más oscuras del mundo se impide a los habitantes contar con internet. Por eso resulta inexplicable que la máxima autoridad política de Omas, es decir, el alcalde, se niegue a solicitar la masificación de dicho servicio tecnológico. A ve si Claro o Telefónica se dan una vueltecita por Omas. Los moradores se lo agradecerán.
Pensión 65 en la mirada
Este programa de inclusión social ha sido recibido de buena manera en el distrito de Omas, porque, afirman, ha contribuido a atenuar la crisis que padecen las personas de la tercera edad que pertenecen al estrato de familias extremadamente pobres. Pero según comentan, no hay forma de fiscalizar este servicio debido a que no se cuenta con los padrones respectivos de beneficiarios, y la comuna local no los publica. Al parecer, se estaría favoreciendo a personas sin los requisitos de ley, y, por el contrario, se habría dejado de lado a otros que sí los necesitan.
Por ello, en resguardo de este programa social, los omasinos residentes como no residentes, solicitan al Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) efectuar una fiscalización más exigente de este programa, a fin de que los beneficios del crecimiento económico del país lleguen a los que verdaderamente lo necesitan y no a recomendados o parientes de las autoridades de turno.
El dinero que entrega el Estado por Pensión 65 asciende a 125 soles mensuales. No es mucho dinero, pero para quienes nada tienen significa un alivio a sus necesidades materiales. De ahí que traficar con las esperanzas de las personas vulnerables, dejándoles de lado y dando preferencia otros que sí tienen posibilidades, es un crimen, por lo que hay que redoblar esfuerzos en la fiscalización escrupulosa de los beneficiarios.
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