Los abusos en contra de los pobladores, tanto de parte del alcalde Luis Alberto Ponce Fernández, como del policía Luis Quispe Figueroa (‘Pacolo’) continúan en la localidad Omas y, en algunos casos, vienen desde hace varios años.
En el año 2009, el alcalde Ponce Fernández quiso ampliar el espacio para construir un parque y no tuvo mejor idea que arrojar de su domicilio a la familia Tadeo Escalante. Como la idea no funcionó a su sola orden, convocó a los pobladores de Laquis, quienes quemaron la casa y sacaron a rastras a sus propietarios.
La familia Tadeo Escalante no fue indemnizada. Tampoco el policía Luis Quispe aceptó la denuncia de los desalojados, bajo la influencia del alcalde Ponce Fernández, por lo que se tuvo que llevar la querella a la Fiscalía de Cañete.
En el período 2012 ocurrió otro caso de abuso. En tanto se hallaba en posesión de un lote de 120 m2, la señora Lita Gonzales fue echada de su morada por órdenes del burgomaestre de la ciudad. Ella tenía una constancia de posesión a nombre de su padre Lino Gonzales, emitido por el Juzgado de Paz, por entonces dirigido por el ciudadano Luis Colorado Rivera, quien, presionado por el burgomaestre de la ciudad, de la noche a la mañana, anuló la constancia de posesión.
ELECCIÓN DEL JUEZ DE PAZ NO LETRADO
Pero la influencia del alcalde Luis Ponce Fernández no se concentra solo en los desalojos con mañas y malas maneras de los pobladores que no son sus amigos, sino que, principalmente, se ciñe al control casi férreo del nombramiento de autoridades. Lo chequea todo.
Hace poco debía efectuarse la elección democrática del juez de paz no letrado con fecha 21 de mayo del presente año. Para ello se eligió un comité electoral para el caso, que debería convocar y dirigir el proceso eleccionario. Sin embargo, el alcalde hizo su propia convocatoria y cambió la fecha de la elección y la amplió al día 23 del mismo mes.
No solo eso, el burgomaestre se negó a convocar como veedor del acto electoral a las autoridades de Cañete, sino que colocó en la mesa de escrutinio a su amigo y ex juez de paz Luis Colorado Rivera, quien fue echado por los pobladores presentes.
Resultó elegido como nuevo juez de paz no letrado el primo del alcalde (Luis Ponce Fernández), Federico Ponce Ramos, hermano a su vez del teniente alcalde Ricardo Ponce Ramos. Todo queda en familia.
CASO DEL POLICÍA Y GUACHIMÁN DEL ALCALDE
El caso del policía Luis Fernando Quispe Figueroa ‘Pacolo’ ha alcanzado ribetes de escándalo, pues dicho efectivo se ha convertido en guachimán, guardaespaldas, vocero y hasta volantero del alcalde de Omas, Luis Alberto Ponce Fernández.
Siendo la misión de un policía el de actuar como guardián del orden público interno, ‘Pacolo’ Quispe Figueroa se ha convertido en defensor de los intereses personales del alcalde de la ciudad. Dirige las agresiones verbales en contra de los opositores al burgomaestre, reparte los volantes propagandísticos de la comuna local, además de oficiar como guardaespaldas y guachimán del mandamás del distrito.
Durante la gestión de la gobernadora Elizabeth Herencia Gago, el policía Quispe Figueroa no solo se negó a coordinar el homenaje a los símbolos patrios que cada semana se realizaba en la plaza de la ciudad; también tuvo el atrevimiento de proferir insultos y amenazas en contra de dicha funcionaria estatal en forma reiterada, conjuntamente con los hermanos Luis y Duber Ponce Fernández.
El Ministerio del Interior, así como las autoridades de Justicia y Electorales, deben dirigir sus miradas al distrito de Omas. Una ciudad no se puede gobernar al capricho de una familia, que no solo se han apropiado de la Alcaldía de la ciudad, sino que manipula la elección de autoridades, y además amenaza reiteradamente a los opositores y quienes tienen distintos puntos de vista sobre el gobierno de la ciudad y el manejo transparente de los fondos.
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